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Un grupo de emprendedores del Alto Valle, junto con la Fundación GEN e INTI, desarrollaron una placa de construcción hecha con fibra de cáñamo industrial, lista para construir casas más saludables y sustentables en la Patagonia. Importa porque abre un camino para que viviendas, industrias y economías regionales se piensen desde lo local y lo verde.

La iniciativa, llamada Modo Domo, aprovecha biomasa de cáñamo —un cultivo que crece en 4-5 meses— para fabricar placas con buen aislamiento térmico y acústico, resistencia mecánica, ligereza y biodegradabilidad. Este material ofrece ventajas frente a paneles tradicionales de madera que dependen de ciclos forestales de 15-20 años. 

Además, el proyecto busca generar una cadena productiva completa: cultivar cáñamo localmente, producir placas y otros derivados, y distribuirlos en la Patagonia con menos dependencia de importaciones. También se trabaja en multiplicación de semillas, adaptación genética, y producir derivados para cosmética y alimentación, ampliando el horizonte del cáñamo. 

Este desarrollo demuestra que otra construcción es posible: casas con rostro local, impacto ambiental reducido y oportunidades económicas reales.